Escrito por B | 24 de julio de 2019 | Actualizado el 28 de abril de 2023
Las flores y el follaje son impresionantes, pero requieren mucho trabajo. Si quieres revitalizar rápidamente un jardín demasiado común, unos ornamentos elegidos cuidadosamente, unas estatuas e incluso algunas antigüedades te darán los mejores resultados. Los expertos en antigüedades Dési van Rhee y Paul Wullems explican por qué, recurriendo al paisajismo chino clásico, a caprichosas maravillas y a idílicas vistas italianas.
Los jardines no son simplemente espacios para una bella flora y un follaje sin fin. También son un lugar al que extender tu estilo de interiorismo. “Tanto si tu jardín es grande como pequeño, con adornos cuidadosamente colocados, asientos de jardín o esculturas puedes crear un espacio al aire libre con emocionantes vistas y rincones tranquilos”, dice la experta en antigüedades Dési van Rhee.
¿Por qué decorar tu jardín con antigüedades y no simplemente con más plantas? “Para mí, decorar un jardín con piezas antiguas nos permite ser más creativos en cuanto a colores y texturas”, explica el experto en antigüedades Paul Wullems. “Los ornamentos antiguos de hierro fundido o de piedra desgastada proporcionan un fondo diferente para flores coloridas o exuberantes árboles y arbustos verdes. Además, añadir una pieza con 200 o 300 años de antigüedad transforma inmediatamente tu jardín, por muy reciente que sea, en un lugar con historia”.
Chino clásico
La esencia del diseño de un jardín chino clásico consiste en emplear paisajes artificiales para imitar uno natural. Unos pabellones chinos colocados estratégicamente, estanques, pasajes zigzagueantes, un bonsái estructurado, caminos que fluyen y muros bajos crean una sensación de estar caminando por un cuadro verde. Cada parte del jardín cuenta una historia y el jardinero puede mostrar su propio gusto en todo momento.
Una de las muchas “ventanas” en un jardín chino que te llevarán a la siguiente escena.
Los adornos arquitectónicos juegan un papel vital a la hora de crear este tipo de jardín, especialmente si no hay espacio para algunos de los elementos más grandes propios de los jardines chinos clásicos. “Ningún jardín clásico chino estará completo sin una gongshi o roca de los eruditos”, explica Dési. “Es una roca natural o con forma tradicionalmente apreciada por los eruditos chinos”. El agua, ya sea un lago o un modesto estanque, ocupa el centro en estos jardines. El uso de arte chino, como cuencos de bronce antiguos, para crear mundos sumergidos en miniatura permite al jardinero ajustar los diseños de acuerdo con las estaciones.
Un Buda entre el follaje.
Para quienes tengan un jardín más grande, el uso de esculturas enriquece la atmósfera de sorpresa y revelación. Arreglar plantas trepadoras de crecimiento rápido, como el jazmín, la clemátide (clematis armandii) o la hiedra, para que crezcan sobre enrejados arqueados crea “puertas” y “ventanas” que juegan un papel importantísimo en los jardines chinos clásicos. Cuando se pasa por ellas, los visitantes son recibidos por estatuas de bronce y piedra estratégicamente colocadas, estanques y, si te sientes con ganas de jugar, hasta algunos farolillos colgantes.
Caprichoso país de las maravillas
Una combinación de jardinería rústica hípster elegante y de cuento de hadas. La creación de lugares maravillosos llenos de nostalgia es cada vez más popular entre los jardineros urbanos, y es fácil ver el motivo. A medida que las generaciones digitales siguen redescubriendo las alegrías de la vida analógica, nuestros jardines se convierten en oasis de desconexión. Estos caprichosos jardines suelen ser una versión sumamente elaborada de las “guaridas” y casitas de árbol de la infancia.
Las jaulas antiguas son una manera maravillosa de presentar una parra en flor o una suculenta.
Unas chimeneas de mármol descansando contra muros de piedra se convierten en interesantes emparrados para espumosas hortensias trepadoras blancas. O bien puedes probar con una enredadera de Virginia; estas delicadas trepadoras cambian de color con las estaciones y sus hojas rojizas en otoño contrastarán de manera maravillosa con el mármol de color crema. Jarras de terracota vertiendo olas de lobelias violeta o alyssum. Las jaulas de pájaro ornamentadas colgando de un dosel son perfectas para las flores de cera y las suculentas cadena de perlas. Aunque Dési advierte: “Para crear un ambiente caprichoso, opta por artículos de curiosa que tradicionalmente no se emplearían en un jardín. Únicamente ten en cuenta que los objetos de madera blanda se estropean rápido”.
Un elemento de agua, un banco o una experiencia de lujo: las bañeras son sorprendentemente versátiles.
Quienes tengan jardines más grandes pueden incluso sentirse tentados por este básico caprichoso: una bañera. Puedes instalar una de forma completa, para poderte bañar en el exterior, o bien emplear una para guardar material de jardinería. Si optas por la segunda opción, es fácil encargar una tapa de madera (para conservar tus tiestos y tijeras de jardinería fuera de la vista) y crear un singular banco de jardín. Los jardineros con menos espacio verán que unas pocas alfombras gruesas joya y escarlata son una manera estupenda de crear un rincón soleado para relajarse y admirar el hábil trabajo hecho.
Por último, ningún jardín está completo sin algún tipo de asiento, dice Paul. “Todo jardín debe tener un banco o un sofá. No solamente puede funcionar como centro de atención para tu jardín, sino que también es una ventaja. Tanto si optas por un cómodo asiento moderno de mediados del siglo pasado como por un banco antiguo de mármol, podrás disfrutar de tu jardín después de todo el trabajo hecho y contemplar los cambios de las estaciones”. Apuesta por algo antiguo y añádele algunos cojines. Además, cuelga algunas tiras de luces y coloca una alfombra, una lámpara y velas para crear un espacio de discreto romanticismo propio.
Idílico italiano
Los jardines italianos tradicionales ofrecen una vista de poda ornamental en verde, con relativamente pocas flores. Al paisaje se le añaden color y variedad empleando un arcoíris de plantas perennes; desde centáurea aterciopelada perlada hasta lechos de tréboles de color violeta rosado. A los jardines más estrechos les irá mejor emplear setos de manera estratégica. En cambio, los jardines más amplios presentan su máximo esplendor cuando se configuran alrededor de un elemento de agua.
Los espacios con agua y las estatuas son dos de los elementos clave de cualquier jardín italiano.
Los aromas son también algo importante a tener en cuenta a la hora de crear un jardín italiano, y las plantas florales cumplen este fin, por así decirlo; a menudo se eligen por su perfume. La madreselva de invierno color crema y los hisopos son populares, junto con hierbas italianas estéticamente atractivas como el romero y el cebollino. No obstante, el protagonismo en cualquier jardín italiano de verdad lo tienen las estatuas.
Complementa los magníficos aromas y las vistas de tu jardín con el agua fluyendo de una fuente.
Unas representaciones de dioses romanos luchando, amándose, haciendo travesuras o simplemente posando artísticamente aportarán una cierta elegancia ingeniosa incluso a los jardines más humildes. Para los jardineros que prefieran consagrarse a unos setos simétricos, los zócalos y adornos murales son una opción popular. Dési: “Me encantan las fuentes y el sonido del agua fluyendo, es muy relajante. Y recuerda, no retires ni líquenes ni musgo de tus esculturas (de fuentes) de piedra; ¡son la pátina de la naturaleza!” Las urnas decorativas, los relojes de sol y los obeliscos crean un cuadro más sutil, manteniendo a su vez la temática italiana.
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