Escrito por Tom Flanagan | 26 de septiembre de 2019 | Actualizado el 25 de mayo de 2022
Volkswagen es más que un simple fabricante de automóviles; ha ayudado a sentar un precedente en el que la estética se encuentra con la innovación sin olvidar nunca la accesibilidad y la asequibilidad. Hemos viajado por el carril de los recuerdos con nuestro experto en coches clásicos Sander Houdel y analizamos la historia de los modelos más memorables de Volkswagen.
Golf MK1
Para ser un coche que inicialmente se vio como un sustituto con consumo eficiente para el icónico VW Escarabajo, el Golf MK1 superó las expectativas. ‘El Golf nació en 1974 y fue un verdadero punto de inflexión para Volkswagen’, dice Sander Houdel. ‘Fue el primer coche de Volkswagen fabricado en serie con refrigeración por agua’. Fue un cambio significativo en los planteamientos de Volkswagen, que anteriormente había empleado motores refrigerados por aire (como en el Escarabajo). También se adoptó la tracción delantera, en vez de trasera, y marcó otra desviación respecto a los anteriores modelos de coches de la empresa.
El Golf GTI se promocionó como la versión ‘deportiva’ del coche, combinando velocidad y seguridad
Pero el estatus del Golf como pionero iba más allá de sus características. Adquirió un atractivo casi simbólico tras su lanzamiento por su velocidad y por ser asequible, y fue especialmente popular entre los jóvenes en los años 80 y 90. Gran parte de ello es atribuible al éxito de la versión ‘deportiva’: el Golf GTI. Nacido como proyecto paralelo ideado por dos ingenieros que emplearon piezas de repuesto y una serie de tácticas clandestinas para construir el coche, el GTI demostró que había demanda de un coche familiar que aprovechara el rendimiento de uno más deportivo sin dejar de ser práctico y seguro al mismo tiempo. De hecho, es a esta versión del Golf a la que se atribuye la acuñación del término ‘Hot-Hatch’ —un hatchback de alto rendimiento.
En la década de 2010 se sigue fabricando el Golf (actualmente su 8.º edición) y el modelo ha superado al Escarabajo como el coche Volkswagen más vendido. Y es más, es uno de los coches más vendidos del mundo.
Volkswagen Scirocco
La inusual tradición de Volkswagen de bautizar coches con nombres de vientos (Golf hace referencia a la ‘corriente del Golfo’, y Polo a ‘vientos polares’) continuó con el Scirocco, que toma su nombre de un viento mediterráneo que puede alcanzar velocidades huracanadas. Aunque el Scirocco no se ideó para alcanzar los mismos límites de velocidad, se posicionó como coche deportivo.
‘El Scirocco se lanzó en 1974 como sustituto del Karmann Ghia’, cuenta Sander. ‘El coche estaba destinado a ser más deportivo, partiendo de la tecnología del Volkswagen Golf. Fue un coche popular para los jóvenes por su aspecto —es un coupé’. Y, al igual que el Golf MK1, ayudó a impulsar la transición de Volkswagen hacia los motores refrigerados por agua.
El Scirocco combinaba aspecto y velocidad, haciendo que fuera una elección popular entre los jóvenes
Furgoneta T2
Desde el Volkswagen Escarabajo no había habido un vehículo con un atractivo tan romántico y nostálgico como la furgoneta Volkswagen T2. Sinónimo de contracultura de los años 1960, estos vehículos ‘cuadrados’ fueron el sueño del importador neerlandés de Volkswagen Ben Pon, quien trazó los planos para un vehículo de carga a partir del chasis (estructura de base) del Escarabajo.
Si bien este tipo de vehículos era el que empleaban panaderos y comerciantes, la T2 se diseñó con la idea de hacer una furgoneta más eficiente que pusiera énfasis en la comodidad y el espacio. ‘La T2 es la sucesora de la famosa furgoneta T1 de ventana dividida. La T2 tenía una mejor suspensión, más espacio interior y un motor más grande’, explica Sander. Además, el motor iba colocado detrás (y no delante), lo que hacía que conducir esta furgoneta fuera más sencillo, ayudando así a que los vehículos tipo furgoneta irrumpieran en el mercado general.
La T2 pasó a conocerse como la ‘furgoneta hippie’
En cuanto al motivo por el que era tan popular en las contraculturas de la época, Sander tiene algunas ideas. ‘Creo que fue porque la T2 era barata, fiable y fácil de conducir. También tenía mucho espacio interior para una cama, una cocina, etc. En última instancia, era una furgoneta multifuncional. La gran carrocería hacía que el vehículo fuera un lienzo ideal para pintarlo y decorarlo, lo cual contribuyó a que se convirtiera en casi un imprescindible. Y aunque ya no se fabrique, si nos pasamos por un festival podremos ver alguna de ellas engalanada con tonos pastel y con sus caprichosos faros aún brillando.
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