Escrito por Beulah | 11 de octubre de 2019
Hace 60 años, un grupo de artistas de cómic franceses lanzó una revista que desafiaría el dominio de los editores belgas en el mercado europeo del cómic. Esa revista se llamaba Pilote, y al estilo de su creación más famosa, Astérix el Galo, dejaría huella invadiendo las importaciones belgas, y finalmente reclamando el mercado francés del cómic para el talento del país. Los expertos en cómics Louis Girard y Patrick Vranken nos cuentan más.
El fin del dominio estadounidense y belga
El estallido de la II Guerra Mundial en 1939 comportó la interrupción de las cadenas de suministro entre Europa y Estados Unidos. Si bien la economía en general se vería afectada, la situación también tuvo un impacto significativo en la industria del cómic y se creó una oportunidad para un grupo de autores de cómic emprendedores. Patrick explica: ‘Antes de la guerra, muchos cómics estadounidenses se publicaban en periódicos europeos y revistas infantiles especializadas, como la revista francesa "Mickey". Fue así desde los años 1920 hasta 1940, cuando una nueva generación de artistas europeos, principalmente belgas, inesperadamente tuvo la oportunidad de ocupar ese vacío’.
Con el Capitán América, Wonder Woman y Mickey Mouse languideciendo al otro lado del Atlántico, se estaba dando un cambio profundo en Bélgica. ‘Esto llevó a una explosión de creatividad que fijaría el nivel para los cómics europeos durante por lo menos tres décadas’, dice Patrick. ‘Revistas como Le Journal de Tintin (bajo la supervisión de Hergé) y Le Journal de Spirou influirían en artistas de cómic de toda Europa’.
Los lectores europeos de cómics estaban encantados con esta ola de talento propio. Anteriormente las importaciones estadounidenses constituían los principales cómics disponibles, y ver un cómic en sus idiomas fue una novedad para la mayoría de entusiastas europeos. No cabe duda de que se estaba produciendo un cambio significativo. Entonces, el 29 de octubre de 1959, apareció una nueva revista francesa que afianzaría la edad de oro del cómic europeo y despejaría la amenaza inminente del dominio belga. ¿Su nombre? Pilote.
El inicio de Pilote
‘Hubo tres autores de cómic implicados en la creación de Pilote’, nos cuenta Louis. ‘Jean-Michel Charlier era un pilar en la comunidad del cómic belga y ya estaba involucrado con la revista francobelga de cómics Journal de Spirou. Luego estaban Albert Uderzo y René Goscinny, un dúo francés que anteriormente había colaborado en Journal de Tintin y su serie Oumpah-Pah’.
Pilote se diseñó originalmente como una versión de Paris Match para jóvenes. Los primeros números de la revista incluyeron noticias, juegos y reportajes especiales. No obstante, la adquisición de Pilote por parte de la editorial francesa Dargaud en 1960 contribuyó a impulsar la revista hacia el gran público. Louis explica que ‘los cómics cada vez se volvieron más esenciales, y se desarrollaron series importantes como Tanguy y Laverdure, Achille Talon, Blueberry, Valerian y Astérix.’
La última serie de este listado sería el cómic de Pilote más conocido y tal vez más simbólico. Las aventuras de Astérix el Galo cuenta la historia de un grupo de galos superfuertes y valientes que vivieron en el año 50 a.e.c (antes de la era común). Nuestro héroe Astérix y su mejor amigo Obélix consiguieron una fuerza sobrehumana gracias a una poción mágica preparada por el druida del pueblo, Panorámix. La poción dio una superfuerza a los galos permitiéndoles defender su pueblo de la invasión del Imperio Romano.
Claramente, la historia de un pequeño grupo de guerreros resistentes que aguanta frente a un ejército invasor resultó muy atractiva para los entusiastas del cómic europeo de mediados del siglos XX: Y Astérix sigue hoy entreteniendo a los lectores. Tal como Louis señala: ‘Esta serie profundamente francesa es aún el cómic europeo más vendido, ¡con casi 380 millones de álbumes vendidos desde su creación! Un verdadero fenómeno editorial; Astérix y Pilote anunciaron el fin de la influencia temporal de Bélgica en el mercado europeo del cómic’.
Carteles de quiosco promocionando Pilote en 1969
El legado de Pilote
El final de la década de 1960 fue un momento tumultuoso en Francia. ‘Hacia finales de la década los jóvenes montaron barricadas en las calles de París con la intención de derribar las barreras tradicionales’, dice Louis. ‘Iglesia, gobierno, escuela, universidad y padres ya no se reconocían como autoridades. En Francia, como en Estados Unidos, fue algo que se reflejó intensamente en las revistas de cómics’.
El papel que jugó Pilote en la historia del cómic europeo es indiscutible. La revista demostró que los artistas franceses eran capaces de crear cómics innovadores y entretenidos con un atractivo general e internacional. Louis se apresura en señalar que Pilote también contribuyó al desarrollo de cómics orientados a adolescentes.
‘Pilote marcó las pautas para esta evolución de revista infantil a publicación para adolescentes’, cuenta Louis. ‘A su vez, esto llevó al nacimiento de los cómics para adultos e impulsaría toda una nueva dinámica creativa que se prolongaría a lo largo de los años 1980. Pilote inspiraría a artistas de cómic a llevar su arte un paso más allá en publicaciones como Fluide Glacial, Métal Hurlant (Heavy Metal) o L'Écho des Savanes’.
Pilote dejó de publicarse en 1989, siendo una víctima más de las crisis editoriales generales que azotaron a las revistas de cómics a finales del siglo XX. Sin embargo, 60 años tras su debut, los lectores de cómics siguen disfrutando con las innovaciones inspiradas por esta publicación casi mítica.
____________________
En honor al 60.º aniversario de la fundación de Pilote, nuestros expertos han organizado una subasta de cómics (Astérix y Journal Pilote - 60 años) en Catawiki.
Descubre más cómics | cómics en francés
También te podrían gustar:
Cómo Spider-Man demostró que los adolescentes también podían ser superhéroes
El genio del marketing Willy Vandersteen
Por qué la prensa conservadora italiana trató de censurar los cómics ‘fumetti neri’