Escrito por Tom | 20 de agosto de 2020
Cuando se compra online, una fotografía es todo lo que se tenemos para hacernos una idea de la moto de nuestros sueños. Para los que venden motos, unas buenas imágenes son igual de cruciales a la hora de transmitir su sensación y atractivo singulares. Con la ayuda del experto en motos Manuel Garriga, hemos averiguado cómo puedes hacer las mejores fotos posibles de tu moto.
Para muchos, las motos representan un estilo de vida tanto como un medio para moverse. Las motos son inversiones a largo plazo y es necesario saber qué se adquiere. ‘El vendedor simplemente tiene que ponerse en la piel del comprador por un momento, dice Manuel. ‘Comprar una motocicleta clásica o usada sin verla, escucharla ni conducirla es un desafío para la mayoría de nosotros. Por lo tanto, unas imágenes de alta resolución y bien hechas son esenciales para ofrecer una visión completa de los detalles de la moto y de ella en su conjunto’.
Ofrece una imagen clara y amplia
La clave está en los detalles, pero cuando se trata de motocicletas, es igual de esencial empezar con instantáneas generales y capturar la motocicleta entera. ‘Haz fotos de vista global a plena luz del día, delante de un fondo blanco, sin flash ni filtros, y hazlas en un lugar exterior, pero no en días lluviosos o con poca luz’, dice Manuel. ‘Evita cualquier contexto situacional, a menos que le aporte relevancia o más información sobre su historia y circunstancias; por ejemplo, una foto de una moto de competición corriendo en un circuito, siendo atendida en boxes, o bien una moto en proceso de restauración’.
Una foto general es una buena imagen con la que empezar a la hora de vender una moto por internet
Resalta el estado
Las motocicletas son objetos más grandes que los de las compras por internet típicas, lo que implica que hay naturalmente más por fotografiar. La mayoría de los compradores quieren principalmente conocer el estado de la motocicleta, especialmente cuando compran una usada. Así que no seas conservador sobre qué fotografiar, dice Manuel.
‘Cuando se examina una motocicleta, hay unas cuantas partes que pueden indicar su estado general, la manera en la que se ha conducido y mantenido, si ha sufrido accidentes o colisiones, y la calidad de su restauración. Entre estas partes se incluyen llantas y neumáticos, puños del manillar y reposapiés, tubos del chasis, estanqueidad de motor y carburador, escape, cuentakilómetros, asiento, sistema eléctrico y muchas más. Cualquier signo de desgaste excesivo, óxido, partes torcidas, daños por fugas en algunos de estos componentes indica (si el propietario no lo ha dejado claro en la descripción) que se puede estar ante serios problemas en caso de comprar el vehículo’.
Sé claro sobre la procedencia
En última instancia, los entusiastas de las motos clásicas quieren saber exactamente lo ‘clásica’ que es, lo que implica facilitar información clara sobre su procedencia. ‘En algunas motocicletas, especialmente las vintage y antiguas, la correcta identificación del modelo, tipo, motor, año de fabricación y otros datos es algo primordial para determinar su origen y valor estimado. Asegúrate siempre de incluir fotos del motor, números de chasis, placa del fabricante y cualquier signo, letra o figura estampados en el vehículo’.
Por último, el truco es ser honestos y ofrecer una imagen del vehículo lo más completa posible, aun cuando haya una tendencia a querer ocultar arañazos y marcas. De esta forma estás dando a los compradores la mejor oportunidad posible de encontrar una moto que les guste por lo que es exactamente.
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